Humitos

Para comprender la práctica ancestral de sahumear rememoré el Salmo 141: «Te invoco Yahvé, ven presto, escucha mi voz cuando te llamo. Que mi oración sea como el incienso para ti, mis manos alzadas, como ofrenda de la tarde».

Y también a los pueblos originarios que tenían la práctica de quemar hierbas medicinales con la creencia de purificar y esclarecer toda energía contenida, limpiando cuerpo, mente y espíritu. Desde mi vivencia personal puedo confirmar el valor de esta antigua práctica que utiliza el humo para el inicio de ritos, apertura y cierre de ciclos, así como un elemento potenciador de la voz del rezo a través del humo de plantas y flores medicinales, evocando estados de profunda conexión.